Via del Corso

Por casualidad (y cuando digo casualidad, es mentira) me he encontrado con este vídeo que ha hecho Zara. La temática oficial que les ha llevado a hacer el vídeo (promocionar su eco-eficiente tienda insignia en Roma), francamente, es lo que menos me ha importado. Tal vez sea por la maravillosa canción con la que arranca, o tal vez porque me ha hecho recordar lo mucho que me gustaron mis días en esa ciudad. Hubo un tiempo en el que pensé que Roma sería mi ciudad, donde viviría sin ninguna duda (fantaseando como la adolescente que era, quería vivir en un ático en la Plaza de España, justo encima de la tienda de Gucci). Es curioso cómo poco a poco ese sueño se fue desvaneciendo para dar paso a otros distintos. Sin embargo, es una gran sensación que algo tan sencillo me lleve a recordar tantas cosas, cuando seguramente no se trataba de un vídeo con tantas pretensiones evocadoras. Me había olvidado de Roma. Esa sensación de estar descubriendo un pedacito de historia a cada paso, ese primer capuccino en plena Piazza della Rotonda (el cual, tras 4 sobres de azúcar, seguía sabiendo amargo), colarse en rincones prohibidos de museos y ruinas, querer que aquel italiano piropeador se convierta en ese idilio que tu mente-adolescente-con-ganas-de-conocer-mundo ha imaginado, ser un turista más y lanzar las monedas a la Fontana di Trevi. Lancé 1, 2 o 3 monedas? Recordar Roma...